Madrugamos para echarnos pronto a
la carretera, el día va a ser largo y duro: 887 km: 10 horas de conducción
ininterrumpida. El paisaje no varía gran cosa, aun así es más entretenido que
en el norte; pasas poblaciones de tanto en tanto, actividad agrícola, ganadera
(vacuno de carne)…
Tardamos el tiempo previsto, pero
llegamos prácticamente de noche! Y es que se nota que nos alejamos de los
trópicos y aquí anochece por lo menos media hora antes.
En la carretera vemos un horrible
accidente de un coche con caravana en el que la caravana se le ha ido encima
del coche chafándolo por completo… buf….
Llegamos al Friendly Hostel a las
6.30 y aun está abierta la recepción, así que nos atiende Gary, el cual parece
muy eficiente, pero friendly friendly, lo que se dice friendly, no es…. Eso sí, nos da muchísima información de
utilidad, como por ejemplo que esta noche hay una gran fiesta en el pueblo por
la llegada de las ballenas. Dejamos todo y nos vamos a ver el ambientillo….
Hervey Bay es una población súper
extendida a lo largo de la playa, con una Esplanade (paseo de la playa) que
mide 14 km !!!
Por la noche está muy poco iluminada, así que nos da un aspecto de cutre y abandonado…
durante el día se ve de otra forma. Después de muchas vueltas encontramos la
Marina, donde se celebra la gran fiesta, y lo descubrimos gracias a la enorme
cantidad de coches que hay aparcados en los alrededores! Para empezar nos
metemos en el Club de la ciudad, que es un lugar privado, solo para socios. Así
se funciona en toda Australia, la gente pertenece a clubs privados donde tienen
bar, restaurante, actuaciones y una sala de maquinitas de juegos de azar…. Y luego que hay mucho ludópata…. En el club nos miran con cara rara, así que
nos vamos a buscar otros ambientes. Alrededor del puerto está toda la gente,
ahí van a desarrollarse fuegos artificiales en unos minutos y hay puestos
callejeros y unos pocos bares que están a tope! También una actuación en
directo de música de todos los tiempos que está muy bien. Cenamos un fish and
chips y unas pancakes en la calle, damos un paseillo disfrutando del ambiente
autóctono australiano y nos vamos a dormir.
El Friendly hostel, a pesar del "unfriendly" dueño, está muy bien. Son unidades de 5 habitaciones con cocina y baño
compartido. La cama es amplia y cómoda y la cocina está limpia y tiene de todo.
Además, por fin encontramos un sitio donde el wifi de verdad funciona!!! Parece
mentira que en Australia haya una conexión a Internet tan pésima en todo los
sitios!
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